11 junio 2012

Hoy hablamos de fútbol: Irlanda-Croacia, desastre máximo.

Hoy he llorado como hacía mucho que no lloraba por un evento deportivo (¡dónde quedaron aquellos torneos de Wimbledon del 2006 y 2007 que vi en Irlanda y que Rafa no conseguía ganar...!). Le he pedido expresamente al gerente del bar que me guardase una pantalla sin Fórmula 1 para ponerme el partido de la Eurocopa, Irlanda contra Croacia, y lo ha hecho porque es mogollón de majo (aunque supongo que también influye un poco el hecho de que le hago la caja de los viernes a base de Guinness...). Total, que me he plantado bajo la pantallita marcándome un forever alone muy épico, comiendo pipas y uñas sin distinción y bebiéndome la Guinness como alma que lleva el diablo.

Al minuto tres, el primer gol; vamos, como en la final de la copa del Rey. Manos a la cabeza y segunda pinta y una sudada de campeonato, y nunca mejor dicho. Empate bastante después. Y, luego, otro gol sin piedad de Croacia. Y descanso.

No he visto buen fútbol. Irlanda estaba lenta, francamente floja y muy poco a la altura de otros equipos a los que les va a tocar enfrentarse, léase España el miércoles. Me he vuelto a casa con la cena del take-away de debajo de casa, unas hamburguesas bien gordas para la familia mientras llamaba a aita rogándole que me metiera un par de Guinness más a la nevera. Hemos cenado mientras veíamos el segundo tiempo, corroborando todos que en efecto ha sido un fútbol un poco barato, y personalmente cagándome en el comentarista porque ha decidido dar por hecho que Croacia y España se van a enfrentar, es decir asumiendo que Croacia machacará a Italia el miércoles (cosa que veo más bien poco probable) y que después España se comerá a Irlanda (lo cual para mi pesar tiene pinta de que sí va a suceder). Oh, y entre discusión y discusión, el tercer gol de Croacia. A robar carteras.

La cosa es que a lo tonto me he bebido setecientas pintas de Guinness, que tengo la pintura de la cara emborronadísima y que la bandera de mi paisito NO SE MUEVE DE ESTA PARED hasta que a mí me dé la gana que así sea. Y mira que el miércoles soy la única de la casa que apoya a Irlanda, pero con el orgullo que me dan solo por haber entrado a competir en soccer, que no es ni mucho menos la especialidad deportiva del país, se merecen que esa bandera se quede aquí conmigo por los siglos de los siglos.

We'll answer Ireland's call. Venga, chicos, que no está todo perdido. Sois los mejores del mundo pese a que en el campo de fútbol no sea así. Y os apoyamos desde lugares de la tierra muy remotos porque sois especiales. Y no hay más que hablar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario