Me están viniendo a la memoria aquellas tardes en Formigal. Tardes de encerrarme contra unos libros, de llorar de la desesperación y de la impotencia, de tener que dejar el temario bien atado porque enseguida empezaría otro trabajo y previamente este debía quedar finiquitado. Me están viniendo a la memoria todas aquellas ideas casi suicidas que eran mi pan de cada día.
Y me está viniendo asimismo a la memoria aquella misma melodía...
... que hoy vuelvo a necesitar escuchar. De la desesperación, de la impotencia, de la necesidad de cambiar de aires, y de recordarme que algún día vendrán tiempos mejores.
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