14 enero 2013

Otro día más

Apuro el último trago de café de la mañana porque me he quedado pasmada durante Dios sabe cuántos minutos, mirando por la ventana, viendo cómo termina de amanecer y pensando en lo poco que queda para que Él desayune a mi lado. Dejo todos los cacharros sin fregar, ¡ya lo haré más tarde!, que voy a perder el autobús.

La temperatura baja de los diez grados negativos. Me forro de ropajes y, aún así, dudo de si será o no suficiente, pero no hay tiempo para replantearse las vestimentas, porque voy a tener que correr igualmente a la parada. Así, por lo menos, entraré en calor...

Un trayecto apretada entre gentes de otra raza, de otra cultura y de otro idioma tan distinto. Un trayecto analizando individuos y comportamientos, un trayecto en el que miro y aprendo y critico y establezco mis propios criterios morales. Un paseo bajo la nieve, cuesta arriba, de camino a la universidad y entre árboles parece que el tiempo vaya más despacio, no se escuchan los coches, solo mis pisadas y mis jadeos, que emanan nubes de vaho que se congelan en mi bufanda.

Otro día de trabajo en un despacho privado, la estufa, la música de fondo, otro día que pasa, otro día que me deja con sensación de encogimiento de hombros, hasta que llega su primer mensaje, y sonrío, y me río, y me estalla algo en el pecho, y ahora salir ahí afuera a sobrevivir a la nieve no parece una tarea tan ardua, y hasta la nieve, la mierda blanca, y el frío, y los buses que no pasan, me parecen cosa de risa, ¡porque viene en doce días!, y no hay nada que me importe más que eso.

Apuro, asimismo, el último spaghetti de mi plato, y friego los cacharros, los de esta mañana y los de la cena, y miro la pantalla esperando el momento en el que su nombre aparezca en verde y el inconfundible sonido de la videollamada en Skype me saque de este atolondramiento que me hace cerrar el día al igual que lo he abierto: mirando por la ventana, enmimismada, viendo nevar, disfrutando de ese claro que permite ver un par de estrellas, pensando que en muy poco tiempo Él estará apurando una copa de vino a mi lado y que disfrutaremos juntos de este clima que, a su lado, tendrá mucha más magia.

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