26 noviembre 2012

¡El colmo del absurdo, el colmo de la belleza!

Que tú, niño de mis ojos con esa sonrisa que ilumina hasta el más gris de los días, me hayas pedido color para tu cielo grisáceo esta mañana...

Que tú, la más tierna y cálida calefacción para mi alma, necesites escucharme reír para que florezca la paz en el reino de tus pensamientos...

Que tú, hombre valiente y hecho y derecho, me suspires cada noche que me quieres...

¡... es el colmo del absurdo!

¡Qué bonito es querer! ¡Qué bonito es ser querido al mismo tiempo! ¡Qué bonito es hacerte feliz con el absurdo! ¡Qué bonito es que me hagas feliz con lo que, sorprendentemente, a ti te supone también el absurdo!

¡Qué bonito es quererte! ¡Qué bonito es que hoy, día 26, nos queden solo 26 días!, y ¡qué bonito es que me pintes de colores y de calidez y de cariño cada mañana, cada tarde y cada noche! ¡Qué bonito es tenerte a mi lado... por muy absurdo que sea!

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