Y, cuando aquello, nadie me cantó un himno de bienvenida, pero lo estoy escuchando por azares de YouTube, dos años después, y me siento bienvenida por cada día que sentí que aquel podía no ser, a fin de cuentas, mi lugar. Quién sabe; tal vez en un par de años escuche una canción que me dé la bienvenida a Vilnius y me reiré de esta entrada y de mí misma... porque en esa ciudad, también, se habrá quedado un pedacito de mí.
06 noviembre 2012
Tervetuloo Helsinkiin (a tres días de Vilnius)
Las circunstancias hoy son obviamente distintas a como lo eran a tres días de marchar a estudiar a Finlandia, la situación también, el nivel de madurez, en fin, todo ha cambiado bastante, pero aquí debe de seguir mi esencia, porque me vuelvo a embarcar en una aventura de locos. Culo inquieto donde los haya.
Y, cuando aquello, nadie me cantó un himno de bienvenida, pero lo estoy escuchando por azares de YouTube, dos años después, y me siento bienvenida por cada día que sentí que aquel podía no ser, a fin de cuentas, mi lugar. Quién sabe; tal vez en un par de años escuche una canción que me dé la bienvenida a Vilnius y me reiré de esta entrada y de mí misma... porque en esa ciudad, también, se habrá quedado un pedacito de mí.
Y, cuando aquello, nadie me cantó un himno de bienvenida, pero lo estoy escuchando por azares de YouTube, dos años después, y me siento bienvenida por cada día que sentí que aquel podía no ser, a fin de cuentas, mi lugar. Quién sabe; tal vez en un par de años escuche una canción que me dé la bienvenida a Vilnius y me reiré de esta entrada y de mí misma... porque en esa ciudad, también, se habrá quedado un pedacito de mí.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario